Todo empezó hace unos días, cuando nos dimos cuenta de que habían desaparecido los cuentos de todas las clases. No nos lo podíamos creer.
Preguntamos, investigamos, hipotetizamos,... y decidimos dejar un mensaje a quien se los hubiera llevado, para que hiciera el favor de devolverlos.
Poco después, Hui y
Hua, dos simpáticos duendes pajariles, se presentaron en nuestras clases y nos
explicaron todo lo que había sucedido.
Ellos viven en
un lejano y peculiar bosque donde hay árboles cuenteros que dan
unos frutos muy especiales, no dan manzanas, naranjas o plátanos, dan cuentos.
Estos árboles crecen gracias a las semillas que los duendes cuidan y a las que
les cuentan muchas historias que ellos han vivido en el bosque, esas historias
aparecen en los cuentos que cuelgan de las ramitas. Además, en el bosque vive
un duende pajaril muy anciano que se llama Cuentabosques y que recolecta
cuentos de los árboles para dárselos a los duendecillos porque les encanta
leer. Tanto leen que se habían quedado sin cuentos en el bosque y es por eso que
una noche, cuando el cole estaba vacío, vinieron con sus amigos canguriles, saltaron
dentro y se llevaron los cuentos. Ahora se arrepienten, nos piden perdón y
para compensarnos Cuentabosques nos enviará todos nuestros cuentos, además nos han
regalado un bosque mágico en el que seguro que crecerán muchos nuevos cuentos.
Nos ha encantado el bosque,
conocer a Hui y a Hua y estamos deseando superar las pruebas mágicas.
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